martes, 27 de diciembre de 2011

ANNOYANCE

Envuélveme y ponme para llevar, hoy no tengo ganas de comerme en casa...


Porque no.

Se me acelera el pulso, se me contrae la mandíbula, se me dilatan las pupilas y me duele la cabeza, la sangre se concentra en mi cara y la enrojece, todo gira, aguanto la respiración y aprieto los puños.
No hay forma de desfogarse en esta casa, así que trago y acumulo. Mi montaña está apunto de padecer un alud.

Es contraproducente, no sabe utilizar las palabras, la pido razones, argumentos y sólo cabe en su boca “porque no”. ¿Qué mierda es esa? Años, y cuando digo años me refiero a alrededor de 18 años, diciéndome que un “porque no” no es válido, que no es una razón, que solo te deja desnudo ante los demás porque no hay nada que fundamente tu postura.
Un día te dicen “ya eres una mujer, ya tienes capacidad de decisión”, eres mayor de edad…hoy me siento como una vulgar adolescente luchando contra la tiranía de su madre, solo que esta vez y sin que sirva de precedente yo voy ganando la pelea aunque ella no lo reconozca. ¿Por qué? Porque sí.
No aguanto, empecé a pelear con ella demasiado pronto, a veces incluso me planteo que pasará el día que me vaya, no sé, ahora mismo no me apetecería verla nunca más. ¿Por qué? Porque no.




Solo quiero una noche fuera, lejos, con él, que le importa lo que hagamos, sea lo que sea puedo hacerlo por la tarde. Quiero experimentar que se siente cuando te levantas cerca de alguien que posiblemente se haya pasado toda la noche mirándote, incomodo, pero que no se ha movido para no despertarte. Quiero saber que pasa cuando se apagan las luces en esa casa. Pero ella es demasiado egoísta y no quiere que los demás podamos vivir ese momento.

Quiero luchar por la almohada en su cama y que me toque el pelo hasta que me duerma, nada de sexo mamá.

Aun así hará lo que le de la gana, ella siempre lleva la razón aunque no la lleve encima, quizás la haya perdido entre los papeles que guarda amontonados en los cajones, o alguna cajita en el armario. Sea como fuere voy ganando y ella lo sabe.

lunes, 5 de diciembre de 2011

No es un Dios, es solo una mala persona.

Entes metafísicas que controlan cuerpos, religiones capaces de movilizar masas, convicciones políticas que te absorben, incluso personas capaces de liderar países enteros con sus palabras, amores que encandilan y te poseen...DROGAS. Pero, ¿hasta tal punto? Hasta tal punto no había visto nada. La manipulación es total.


Aunque ¿para qué manipular a alguien así? ¿Qué se obtiene de alguien así? NADA. Hay gente que no sirve ni como medio para obtener un fin.