domingo, 26 de mayo de 2013

No quiero enamorarte, pero sé bailar el vals


Es estrictamente necesario que te muevas, me lo pide el cuerpo, QUIERO QUE TE MUEVAS, bailame. Márcate unos pasos, sé que sabes.

Deja que tu cuerpo se mezcle con el aire, deja que se mueva con cada subida y bajada de la música. Piérdete en cada golpe, recréate en cada nota.

Baila.

Y baila conmigo, es como hacer el amor, como cuando hacíamos el amor.

Por favor, baila y olvida. Olvida cada idea estúpida de castigarte por mi, olvida cada canción que nos dedicamos, olvida todos los rincones donde me escondía a esperarte. Tú solo baila y olvida, que el tiempo se encarga de curar y yo me encargo de alejarme.

Baila.

Y baila conmigo, es como hacer el amor, como cuando hacíamos el amor.

Por favor, baila y perdona. Perdona cada tontería que se escapa de esta cabeza poco pensante que se esconde en sus miles de hojas que hablan de aquella cosa y de esas otras princesas, en sus libros de antropología y de poesía barata. Tú solo baila y perdona, que el tiempo se encarga de curar y yo me encargo de seguirte allá donde vayas.

Baila.

Y baila conmigo, es como hacer el amor, como cuando hacíamos el amor.

Por favor, baila y enamórate. Enamórate de mi y de todos mis defectos, de cada parte imperfecta de este pobre intento de escritora, enamórate de mis sonrisas a medias, de mis ojos grandes y de mis silencios tortuosos. Tú solo baila y enamórate, que el tiempo se encarga de curar y yo me encargo de quererte.

Solo baila, y, por favor, baila conmigo, que bailar nos sirve para todo y para nada...