jueves, 8 de mayo de 2014

Depresión "post-parto sentimental"


Lo sueltas. Abres la caja de Pandora, el cajón de la mierda, el baúl de los recuerdos. Abres la boca, el corazón, los pulmones, tu mente y expones todos y cada uno de tus sentimientos, reproches y, yo que sé, de todo un poco. 

Antes te lo has pensado, le has dado forma. Has colocado cada cosa en su sitio. Las frases son perfectas, perfectamente dramáticas. Todo es un intento por desbordar el alma y que se quede limpia, lisa, en calma.

Llevas meses acumulando gritos, esquizofrenia, celos, llantos, agresividad. Y estalla. Estallas. Cada palabra que escupes es una tormenta, cada sílaba una gotita de agua mojando al de enfrente. Un micro-fenómeno natural, catastrófico, en tu propio cuerpo. 


Y una vez fuera, una vez desahogado, te quedas vacío 
Ya no hay nada dentro. 


La vida se hace más simple y eso te deprime. Te quedas un poco más solo cuando dejas de convivir con tus demonios. Y es difícil superar su ausencia, al fin y al cabo eran compañía. La soledad te invade, te come el alma y te ahoga en nada. Nada en que pensar, nada de lo que quejarte, nada que detestar, nada que te haga vibrar. Absoluta y exasperante Nada. 

Y la Nada no es compañía, no es amiga, no te escucha. Resuenas en ti mismo como si estuvieras hueco. El eco te devuelve las ideas, como Correos te devuelven las cartas que no llegan a ninguna parte. 


Una vez gritas y todo se escapa de tu boca, ya no hay manera de que vuelva pa' dentro. 
Y eso, te jode. 





DEPRESIÓN "POST-PARTO SENTIMENTAL"



No hay comentarios:

Publicar un comentario